Austria inició el martes un estricto confinamiento destinado a frenar la creciente propagación del coronavirus.
Desde ahora, las personas solo podrán salir de casa para comprar alimentos, ir a trabajos considerados esenciales, hacer ejercicio o ayudar a las personas que necesitan asistencia.
Se ordenó el cierre de todos los restaurantes, tiendas, peluquerías y otros servicios, y las escuelas darán clases a distancia.
El canciller Sebastian Kurz dijo el lunes que el cierre se extenderá hasta el 6 de diciembre y que “toda la vida social y pública se reducirá al mínimo”.