El Alto Comisionado para los Refugiados pide a los Estados que levanten urgentemente las restricciones al asilo relacionadas con la pandemia que aún existen en al menos 20 países.

Más de dos años después del estallido de la pandemia de COVID-19, una veintena de países siguen denegando el acceso al asilo a las personas que huyen de los conflictos, la violencia y la persecución por motivos de salud pública. Algunos de estos países, dice ACNUR, aplican excepciones para la entrada de solicitantes de asilo de forma incoherente o arbitraria.

En el momento álgido de la pandemia, 100 países restringieron inicialmente el acceso a los solicitantes de asilo.

Aunque los Estados tienen el derecho soberano de regular la entrada de no nacionales, el derecho a solicitar asilo y la prohibición de retornarlos a situaciones de peligro son principios centrales del derecho internacional, que también prohíbe a los países rechazar a los solicitantes en las fronteras, recuerda Filippo Grandi.

«Me preocupa que las medidas promulgadas con el pretexto de responder al COVID-19 se estén utilizando como tapadera para excluir y negar el asilo a personas que huyen de la violencia y la persecución», añadió. «El COVID-19 no puede ser una excusa para ignorar la ley y los derechos de los refugiados».