El clima severo, incluidas las fuertes lluvias y la nevada, ha afectado a varias áreas de Afganistán, Pakistán y el este de Irán, provocando deslizamientos de tierras e inundaciones repentinas, que han dejado decenas de víctimas y múltiples daños.
Se tiene registro de que al menos 35 personas murieron y 40 resultaron heridas, denunció hoy la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA).
«Hasta las 08:00 horas GMT de este martes 5 de marzo, el número de muerto llegó a 35», destacó la declaración oficial, citando información de medios de comunicación en los tres países asiáticos afectados por las inundaciones.
De acuerdo con la OCHA, 22 personas murieron en Pakistán: 12 en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa y 10 en Balochistán; otras 10 en Afganistán, ocho de las cuales en la provincia de Kandahar, mientras que otras tres perdieron la vida en el este de Irán.
Además, los medios informaron que 40 personas resultaron heridas,22 en Pakistán y 18 en Afganistán, donde al menos otras 10 personas siguen desaparecidas, agregó el comunicado de la OCHA, con sede en esta ciudad.
De acuerdo con la Autoridad de Gestión de Desastres Naturales de Afganistán, las provincias de Farah, Kandahar y Zabul han sido las más afectadas por las inundaciones.
«En la provincia de Kandahar, más de mil casas, parcelas de tierra, escuelas, mezquitas y edificios gubernamentales resultaron dañados», destacó el informe de la OCHA.
La oficina de la ONU alertó que durante las próximas 24 horas, se pronostican lluvias moderadas en el norte de Pakistán y el noreste de Afganistán, donde al menos 60 personas han muerto y más de 140 han resultado heridas en los que va de este año, debido a las fuertes lluvias e inundaciones.