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La lucha contra la trata de personas en un campamento de refugiados Malawi

En un campo de refugiados de Dzalek, en Malawi, la Oficina de la ONU encargada del delito, está desmantelando las redes de trata de personas que existían. Entre las víctimas, se encuentran niñas y mujeres víctimas de la explotación sexual y hombres jóvenes para la mano de obra en el campo.

En el último año y medio, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDC) y el Servicio de Policía de Malawi han puesto al descubierto la explotación generalizada de hombres, mujeres y niños en un campamento de refugiados en Malawi.

En estos momentos, se están tomando medidas para desmantelar las redes de trata de personas que operaban en el campo de refugiados de Dzaleka. También se está tratando de identificar y rescatar a las posibles víctimas y llevar a los responsables ante la justicia.

“La situación era mucho peor de lo que nos imaginamos al principio”, dice Maxwell Matewere de la Oficina contra la Droga y el Delito. En octubre de 2020 Maxwell visitó por primera vez el campamento, y capacitó al personal del campo de refugiados y a la policía para saber sobre cómo detectar y responder a los casos de trata.

“Incluso presencié una especie de mercado dominical, donde la gente venía a comprar niños que luego eran explotados en situaciones de trabajo forzado y prostitución”, agregó.

La agencia de la ONU entrenó y asesoró a 28 funcionarios de campamentos y agentes encargados de hacer cumplir la ley que ahora participan en la identificación de víctimas y la investigación de casos de trata y capacitarán a otros colegas en las estaciones de policía y los puestos fronterizos.

Desde que empezaron los cursos de formación y se pusieron en marcha nuevos procedimientos contra la trata de personas, se han identificado y rescatado a más de 90 víctimas.

La agencia de la ONU desarrolló las directrices para la identificación, rescate y derivación de víctimas con el apoyo de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

“ACNUR, junto con las demás agencias, no cejará en su empeño por detener la trata y el tráfico de personas entre los refugiados en Malawi”, declaró Owen Nyasulu, asociado de protección de esa organización en el campamento de refugiados.

La mayoría de las víctimas rescatadas son hombres de Etiopía, de entre 18 y 30 años. También hay niñas y mujeres de entre 12 y 24 años, de Etiopía, Burundi y la República Democrática del Congo.