Netflix es una de las plataformas más importantes de streaming a nivel mundial, pues no solo tiene las películas, series y documentales más populares, sino que también ha creado producciones propias que van desde series animadas hasta largometrajes con nominaciones al Oscar.

Debido a su popularidad esta plataforma ha comenzado a ampliar su catálogo día con día, por lo que muchas de sus proyectos quedan ocultos y se ven opacados por otras producciones que tienen actores reconocidos.

Si no sabes que ver y no quieres consumir la serie del momento, aquí hay unas recomendaciones de algunos proyectos que pocos conocen: 

Residue

Esta es una serie de ciencia ficción y fantasía que cuenta la vida de ocho sobrevivientes de una explosión que deriva en el caos en la ciudad. Esta necesita mucha inversión de tiempo, porque solo cuenta con tres capítulos, sin embargo, serán suficientes para saciar tu curiosidad.

The Frankenstein Chronicles

El inspector John Marlott investiga una serie de crímenes en el siglo XIX en Londres, que pueden haber sido cometidos por un intento científico de volver a la vida a los muertos.

Wormwood

Wormwood se centra en la misteriosa muerte de Frank Olson, un bioquímico hombre de familia y empleado de la CIA que “cae” o “salta” desde la ventana de la habitación 1018A de un hotel del centro de Manhattan.

Peaky Blinders

 A pesar de ser una serie de gángsters situada en la Primera Guerra Mundial, la trama atrapa a cualquiera y los actores lucen mejor que nunca con una vestimenta digna de la época. 

The Lovebirds

A punto de separarse, una pareja se enreda involuntariamente en un divertido y misterioso asesinato. A medida que se acercan al momento de limpiar sus nombres y resolver el caso, necesitan descubrir cómo ellos y su relación pueden sobrevivir a esa noche.

Alias Grace

La historia se centra en Grace Marks, una joven inmigrante irlandesa que trabajaba como empleada doméstica en un hogar canadiense. En 1843, cuando ella contaba con dieciséis años, se vio involucrada en el asesinato de los dueños del lugar: Thomas Kinnear y su ama de llaves, Nancy Montgomery.