Personal de la Cruz Roja de Cuautitlán, Estado de México, transformaron una mascarilla de este tipo en un mecanismo de bioseguridad para atender a pacientes con COVID-19 y así tanto sus paramédicos como personal trabajen en una atmósfera segura y eficiente para hacer frente a esta contingencia.
Con el apoyo de investigadores del Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México, los integrantes de la Cruz Roja Mexicana adaptaron mascarillas de buceo con una serie de conectores especializados los cuales, a manera de respirador, permiten la entrada y salida de aire sin agentes patógenos. Y, lo mejor de todo, es reutilizable.El mecanismo denominado por el personal del organismo como Full Face busca que la respiración limpia de los rescatistas del organismo se encuentre asegurada en todo momento, además de que la capa del esnórquel cubre al 100 por ciento del contagio de este virus respiratorio en nariz, boca y ojos.
Los directivos del Consejo Local de Cruz Roja Mexicana en Cuautitlán, el doctor César Chávez y Diego Arcos del Ángel, detallaron que el aditamento respiratorio se realizó en una impresora de tercera dimensión, donde diseñaron una apertura para instalar un filtro HEPA, el cual inhibe el paso de contaminantes y brinda mayor nivel de protección contra enfermedades que se transmiten por aire.Utilizado en quirófanos y en cabinas de aviones, el filtro HEPA (por su nombre en inglés: High Efficiency Particulate Air), tienen la capacidad de eliminar el 99,9% de las partículas como bacterias, hongos y virus del tamaño que tiene el COVID-19.
“Esta careta es un sustituto al cubre bocas N95, pues al ser originalmente utilizada bajo el agua garantiza su hermetismo, por lo que evita la filtración de virus y bacterias a cualquier parte del rostro”, explicó Arcos Del Ángel.
Aunque la Full Face tiene un costo mayor a las mascarillas N95, ésta ahorra en la compra constantes de dispositivos desechables, los cuales actualmente se encuentran agotados en México y es necesario importarlos de otras naciones.
Las autoridades de esta delegación municipal adelantaron que se trabaja en la producción a mayor escala de este nuevo dispositivo de bioseguridad, para distribuirse en las 29 delegaciones locales de Cruz Roja Mexicana que operan en el Estado de México.Hasta la noche de este viernes, el Estado de México sumó 14 mil 063 casos positivos y 1,087 defunciones por COVID-19.