Con la pérdida de 80 mil empleos en Quintana Roo, el regreso escalonado a las actividades cotidianas se ha convertido en una medida necesaria para evitar un rezago mayor, aseguró el gobernador Carlos Joaquín.

El mandatario destacó que, para retomar la productividad y crecimiento económico del estado, mismo que se ha visto mermado por la pandemia de COVID-19, es necesario cumplir con las diferentes medidas que se han dado para evitar los contagios, como se ha hecho en los últimos días.

Señaló que, con el cumplimiento de las normas de sana distancia y confinamiento, la entidad podrá salir adelante a corto plazo y así reactivar el sector turístico en Quintana Roo. 

Ante el llamado de la Federación a iniciar de manera gradual el regreso a la nueva normalidad, el mandatario destacó que es necesario tener un plan operativo generado desde el gobierno federal, coordinado con los gobiernos locales, para observar los resultados y necesidades en cada una de las regiones del país y así avanzar de forma escalonada sin que exista un riesgo de contagio.

Me parece que es sumamente importante y necesario el tener un plan operativo que desde el gobierno federal se genere y que tenga por supuesto todos los esquemas de tipo científico que se deben de tener para poder salir adelante”, indicó.

El mandatario aseguró que en la entidad se ha vuelto muy necesario el retorno a las actividades cotidianas, principalmente a las turísticas, pues se han perdido cerca de 22 por ciento de los empleos que había en el estado, además de la cancelación de casi ocho millones de asientos de avión.

Destacó que, ante la reapertura del turismo y traslados, la entidad necesita generar protocolos particulares para el transporte aéreo, marítimo y terrestre, así como en hoteles y parques temáticos para recibir a los turistas con todas las medidas de salud y evitar contagios, mismos en los que ya se trabaja.

Carlos Joaquín reconoció a los empresarios que se sumaron al plan de unidad para mantener la mayor parte de comercios y empleos vigentes, así como a los trabajadores de salud que pese al riesgo que implica atender casos de COVID-19 han hecho su mayor esfuerzo para salvar vidas.