Muchas personas utilizan estos dos términos como sinónimos, sin embargo, no son lo mismo; el cristal y el vidrio poseen características químicas diferentes aunque a veces sea complicado distinguirlos a simple vista.
De acuerdo con la RAE, el vidrio es un “material duro, frágil y transparente o traslúcido, sin estructura cristalina”; este material está compuesto de arena de sílice, carbonato de sodio y caliza, que logra fundirse a unos 1,500º C.
Características químicas distintas
Los cristales son sólo los que se forman por la cristalización de gases en el interior de las rocas, como por ejemplo, el cuarzo. También se utiliza este término para designar aquél material que comparte la composición del vidrio pero incluye también óxido de plomo, el cual hace que luzca más brilloso y el sonido característico que hacen las copas “buenas” cuando las tocamos con el dedo húmedo.
Éste se parece mucho más al cristal puro, mismo que se encuentra en la naturaleza, que al vidrio; por esta razón se ha apropiado de su nombre.
Las botellas de vino y cerveza, botes de conserva y envases de perfumes están hechos de vidrio; en cambio, las copas de calidad, espejos y ventanas están hechas de cristal.