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TAR Aerolíneas va por el hueco que dejó Aeromar en el mercado regional

Aunque el sector aéreo atraviesa una etapa de cambios estructurales, hay un segmento en particular que padece una de sus peores crisis en México: la aviación regional. El cese de operaciones de Aeromar no sólo dejó a alrededor de 700 trabajadores a la deriva, sino también una movilidad reducida en ciudades pequeñas, que prácticamente pasan a depender de las corridas de autobuses para mantenerse conectadas.

Para TAR Aerolíneas, esto se traduce en una oportunidad de rescatar la conectividad aérea como parte de un plan de recuperación post covid-19 que aún está en marcha.

Con apenas nueve años en el mercado, la aerolínea ha tenido un avance paulatino, una característica que también parece tener su actual estrategia de expansión. Al respecto, Ricardo Bastón, director general de TAR Aerolíneas, explica que la empresa apostará a atacar la demanda que hay en el mercado regional con un aumento de capacidades, que implicará sumar hasta ocho aviones a la flota de 11 equipos Embraer-145 con la que cuenta actualmente, que tienen una capacidad de 50 pasajeros.

“Existe una oportunidad muy grande en el mercado regional ahorita: está subatendido. Esa oportunidad necesitamos capitalizarla nosotros”, dice el directivo en entrevista con Expansión. “Con la salida de Aeromar hay rutas que podríamos pensar en expandir con mayor velocidad”.

TAR Aerolíneas –con sede en Querétaro– se ha hecho de una oferta de 18 destinos en 15 estados, con un énfasis en la región del Bajío y el norte del país. Entre sus rutas con mayor demanda se encuentra Aguascalientes-Monterrey, Ciudad del Carmen-Tampico y Culiacán-Chihuahua. También opera hacia otros destinos como Durango, Guadalajara, Hermosillo, La Paz, Mazatlán, Puerto Vallarta, San Luis Potosí y Torreón.

Pero la aerolínea aún no ha recuperado los pasajeros perdidos por el covid. Mientras en 2019 la aerolínea atendió a poco más de medio millón de pasajeros, el año pasado registró 344,000 usuarios, con lo que se mantuvo aún 38% por debajo de los niveles prepandemia, según datos de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC).

Por ello, la aerolínea mantiene la mitad de aviones que tenía, pero está a un 30% de recuperar su capacidad prepandemia, medida por asientos disponibles.

Para el tercer trimestre del año, la empresa espera incrementar las frecuencias que tiene en algunas rutas, como Querétaro-Guadalajara y Quéretaro-Puerto Vallarta, además de mejorar su oferta en Monterrey, Chihuahua, Hermosillo y Culiacán, entre otras. Hacia el último trimestre, espera reincorporar algunos destinos que dejó de operar, como Mérida e Ixtapa Zihuatanejo.

La empresa también ve viable incursionar en el mercado de la zona metropolitana de la Ciudad de México a través del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), donde espera tener vuelos regulares hacia fin de año.

“El mercado en el AICM está totalmente cerrado porque no hay disponibilidad de slots. Hacia el AIFA ya tenemos operación, pero de chárter, y como somos una empresa pequeña debemos consolidar bien las operaciones que vamos a realizar. Vamos a ser precavidos en cómo iniciamos las operaciones de itinerario en el AIFA; esto sugiere que tengamos operación allá, pero también tenemos operación en Toluca”, explica Bastón.

En paralelo, TAR Aerolíneas espera retomar los trabajos para tener un código compartido con las estadounidenses American Airlines y United Airlines, un trabajo que tenían en marcha antes de la pandemia y cuyas conversaciones se han reactivado, por lo que esperan que la estrategia se concrete hacia el tercer trimestre del año.

A largo plazo –más allá de los próximos tres años– la empresa espera incorporar nuevos modelos de aeronave de 70 asientos que le permitan atender mercados más maduros. De momento, se espera que el financiamiento continúe proviniendo del principal accionista de la firma, el empresario Miguel Ángel Franco Hernández, y después pensar en una estrategia donde participen otros socios.