La responsable de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, declaró este lunes en el Consejo de Seguridad que, como todo el mundo diplomático sabe, «las tensiones que han envuelto a múltiples países de Oriente Medio siguen aumentando”.

Recordó que el Secretario General, António Guterres, ha advertido en repetidas ocasiones del riesgo de una nueva escalada militar «y de un error de cálculo» desde que los ataques de Hamás del 7 de octubre incendiaran la región.

«Hemos sido testigos de incidentes casi diarios en la región. Entre ellos, unos 165 ataques contra instalaciones de Estados Unidos en Siria e Irak, que han provocado ataques estadounidenses en ambos países», declaró DiCarlo. 

El 28 de enero, un ataque con un dron mató a tres militares estadounidenses e hirió a otros 40 en una base de ese país en el noreste de Jordania. El 2 de febrero, Estados Unidos dijo que había llevado a cabo 85 ataques aéreos en Irak y Siria contra las Fuerzas Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica de Irán y grupos afiliados.

«Estados Unidos dijo que había atacado operaciones de mando y control, centros de inteligencia e instalaciones de armamento, entre otros lugares, y que no buscaba un conflicto en Oriente Medio ni en ningún otro lugar», informó, señalando también que tanto Siria como Irak condenaron los ataques.

DiCarlo describió la febril situación en otros lugares de la región, como entre las Fuerzas de Defensa Israelíes y Hezbolá a través de la Línea Azul, que separa las fuerzas armadas de Israel y Líbano.

También se produjeron repetidos disparos de cohetes sobre el Golán ocupado entre Israel y milicias supuestamente vinculadas a Irán, así como ataques aéreos atribuidos a Israel por Damasco en múltiples lugares de Siria, añadió.

También señaló que los ataques con misiles y drones de los Hutíes y las amenazas a la navegación en el Mar Rojo son muy preocupantes y corren el riesgo tanto de exacerbar el conflicto como de afectar aún más al comercio internacional, ya que las empresas desvían los buques de las rutas marítimas críticas. En respuesta, Estados Unidos y el Reino Unido, con el respaldo de otros seis países, han lanzado ataques contra posiciones de los Hutíes en Yemen.

«Reitero el llamamiento del Secretario General a todas las partes para que den un paso atrás y consideren el insoportable coste humano y económico de un posible conflicto regional», instó.

DiCarlo especificó que Oriente Medio sigue siendo muy inestable, por lo que se necesita una hoja de ruta política clara en cada una de las situaciones.

«Hago un llamamiento al Consejo para que siga implicando activamente a todas las partes implicadas a fin de evitar una nueva escalada y el agravamiento de las tensiones que socavan la paz y la seguridad regionales», añadió.

El embajador de Rusia, Vassily Nebenzia, declaró que las acciones de Estados Unidos en la región no eran más que las últimas de una letanía de ataques ilegales e irresponsables, en el contexto de una escalada de violencia sin precedentes.

Los ataques aéreos masivos de Estados Unidos demostraron una vez más al mundo la naturaleza agresiva de la política estadounidense en Oriente Medio y el total desprecio de Washington por el derecho internacional, dijo Nebenzia.

La participación del Reino Unido no debe crear la ilusión de una especie de «coalición internacional», señaló el embajador, añadiendo que Londres aún tiene que responder por su celo en apoyar las acciones puramente provocadoras de su «hermano mayor» en Washington.

Nebenzia añadió que Estados Unidos está intentando deliberadamente arrastrar a los países más grandes de Oriente Medio, incluido Irán, a un conflicto regional.

Condenó enérgicamente la agresión de Estados Unidos contra naciones soberanas, que ha aumentado el nivel de inestabilidad en una región ya de por sí «en llamas”.

Hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que condene incondicionalmente las temerarias acciones de Washington y sus aliados en Oriente Medio, que han violado la soberanía tanto de Siria como de Irak.