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Paro Nacional en Panamá complica aún más la situación de los migrantes que cruzan el Darién

El Paro Nacional que vive Panamá, con múltiples protestas y el corte de las principales carreteras del país, está complicando mucho la situación de los cientos de migrantes que ingresan cada día en el país en su ruta hacia el norte.

El cierre de las carreteras conllevó que las empresas de transporte que utilizan los migrantes para cruzar el país desde la frontera con Colombia a la frontera de Costa Rica no pudieran continuar.

De acuerdo con el Servicio Nacional de Migración de Panamá, durante el año 2022 han ingresado 48.430 personas, incluidos 7282 (15%) niños, niñas y adolescentes a través de la peligrosa Selva de Darién. El 58% de esta población tiene nacionalidad venezolana, seguido de un 7,9% de Haití, 5,2% de Cuba, 3,3% de Ecuador y 3,2% de Senegal.

Ante el cierre de la vía Panamericana, la Estación de Recepción Migratoria de San Vicente en la Provincia de Darién (frontera con Colombia), con una capacidad máxima de 250 personas, ha alojado a más de 900 personas, sobrepasando la capacidad en más de un 300%. Ante la saturación y el ingreso sostenido de 300 a 500 personas en promedio por día a través de la selva, el Estado Panameño procedió a la reapertura temporal de la Estación de Recepción Migratoria de Lajas Blancas (con capacidad de 500 personas) llegando a un máximo de 1231. 

Por su parte, la comunidad indígena Emberá de Canaán Membrillo), con 350 habitantes y capacidad de alojamiento hasta para 100 migrantes, ha recibido a más de 3300 personas.

La incertidumbre de la reapertura de las vías y la saturación de los centros ha llevado a algunos migrantes a continuar su ruta a pie hacia la ciudad de Panamá. Tras una negociación con los líderes de los diversos puntos de bloqueo en la vía, se estableció un corredor humanitario que ha permitido que más de 4200 migrantes llegaran en autobús hasta la frontera con Costa Rica.

El equipo de terreno de UNICEF en Darién asegura que faltan alimentos, gas, gasolina, dinero en efectivo, y que hay interrupciones en el servicio de energía, telefonía y agua para la población, lo que se aúna al cierre indefinido de las escuelas y de las vías.