Cifras compartidas por el Inegi y Sedena, revelan que poco más del 50 por ciento, es decir, 1 de cada 2 armas en el país son aseguradas en el estado de Guanajuato; lo que ubica la entidad en el primer lugar a nivel nacional dentro de este rubro.
Recordando los avances obtenidos por parte de las autoridades estatales, en lo que a dicho tema se refiere, Enrique García Jaramillo, comandante de la 16/a Zona Militar y Gral. de Brigada Diplomado de Estado Mayor, dio a conocer que hasta el 50.3 por ciento de los aseguramientos de armas se llevan a cabo en la entidad, lo que se atribuye al trabajo coordinado entre distintas dependencias.
Al respecto, el secretario de Seguridad, Alvar Cabeza de Vaca, mencionó que estas elevadas cifras no son un indicador de que exista una mayor cantidad de armas en el estado de Guanajuato, sino que es un reflejo de las diversas acciones implementadas por las instancias de seguridad.
“No tiene que ver con que existan más armas en Guanajuato, lo que existe es una política pública que apunta al desarme de quien porta estas armas de manera ilegal, o las usan para cometer ilícitos”, refirió.
Por otro lado, dado a que, pese a estos resultados continúa presentándose una elevada cantidad de homicidios, muchos de ellos perpetrados con arma de fuego, reconoció la gravedad del problema que implica la entrada ilegal de armas; aunque también señaló que esta es una situación, principalmente de competencia federal.
Se estima que, con base en estadísticas de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos, hasta el 90 por ciento de las armas que ingresan al país son procedentes de los Estados Unidos; mientras que el 10 por ciento provienen de otros países, como Brasil.
En cuanto a las acciones que podrían implementar los estados no fronterizos, como Guanajuato, explicó que se necesita fortalecer los mecanismos que permitan la detención de aquellas personas que porten armas de fuego.
Un claro ejemplo de ello es la Ceremonia de Destrucción de Armamento 2023 llevada a cabo este lunes 13 de marzo, donde fueron por completo inhabilitadas un total de 885 armas de fuego que previamente habían sido decomisadas. En cifras concretas, fueron destruidas 667 armas cortas, 217 armas largas, 816 cargadores y 28 mil 086 cartuchos de distintos calibres.