En caso de que se prolongue la contingencia sanitaria por más tiempo, podría tener un impacto negativo en el negocio de Pemex, indicó la empresa en su reporte anual bajo la forma F-20 enviado la mercado de valores de Estados Unidos.

“Podría tener consecuencias contables como la disminución de nuestros ingresos y el valor de nuestros inventarios, pérdidas cambiarias, desvalorizaciones de activos fijos, así como afectar nuestra habilidad para operar de manera efectiva sobre nuestro control financiero”, detalló la petrolera.

Indicó que su posición financiera podría complicar el acceso a créditos: “Podría dificultarnos el obtener financiamiento en términos favorables y podría afectar negativamente nuestra condición financiera, resultados de operaciones y la capacidad de pagar nuestra deuda, y en última instancia, nuestra capacidad para poder operar como empresa en marcha”.

Por otro lado, la petrolera declaró causas de fuerza mayor para los contratos de ciertas importaciones de combustible, con el fin de disminuir las compras en el extranjero debido a la caída en la demanda, según reportaron agencias internacionales.

La cláusula de fuerza mayor hace referencia a la existencia de circunstancias excepcionales que alteren el equilibrio inicial del contrato, impidiéndole el cumplimiento de sus obligaciones a alguna de las partes contratantes; puede ocasionar bien la suspensión de la ejecución del contrato o bien la resolución del contrato sin responsabilidad alguna.

Con ello Pemex estaría buscando frenar las importaciones y al mismo tiempo evitar sanciones económicas por la misma razón.