Teresa García Gasca, rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), consideró un error el esquema de descuentos en el transporte público a la población estudiantil que pondrá en marcha el gobierno estatal a partir de noviembre.

La rectora llamó a la autoridad a que genere un programa efectivo que ayude a todos los sectores que requieren ese respaldo y no sólo se quede en un programa temporal.

Argumentó que los subsidios se han llegado a detener cuando el recurso se termina y también por temas políticos, de ahí que resulta necesario voltear a esquemas que sí funcionen para los requerimientos de la entidad.

“Que realmente sea cuota preferencial, que no sea subsidio porque si no va a pasar lo que pasó, que el subsidio se acabó y entonces otra vez regresan a la cuota normal, no. Que sea verdaderamente cuota preferencial para estudiantes, para personas con discapacidad y personas de la tercera edad, como antes”, sostuvo García Gasca.

Explicó que existen diferentes estrategias en el mundo que han demostrado ser efectivas para apoyar tanto a la población estudiantil como a los sectores catalogados como vulnerables, por lo cual consideró oportuno analizarlas, buscar la que mejor sirva para la entidad y adaptarla a las características específicas que presenta Querétaro.

“Creo que tenemos una muy mala estrategia de transporte público; de cuotas para el transporte público y de transporte público también”, expuso la rectora de la UAQ.

Exigió garantizar que la población estudiantil, personas con discapacidad y de la tercera edad que requieren del descuento puedan recurrir a él durante cualquier época del año.

“Hay modelos muy buenos en el mundo que podríamos estudiar, para [saber] cuáles podemos nosotros adaptar o modificar, pero de tal suerte que se cumpla esta cuestión de la cuota preferencial”, declaró Teresa García.

El gobierno del estado anunció que en noviembre inicia el programa de apoyo al transporte público, para que tanto alumnos de la entidad, como todas aquellas personas que formen parte de sectores catalogados de vulnerabilidad puedan usar el servicio con un costo de dos pesos por pasaje.

“No prometer lo que no se puede. Si no se puede que sea gratuito, entiendo que no se puede por muchas razones, pero que realmente la cuota preferencial se cumpla. Entonces que la gente tenga la certeza de que esa cuota no le va a cambiar, y no va a depender de un momento político, por ejemplo”, agregó García Gasca.