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Puse todo en las manos de Dios y enfrentamos la pandemia: Car

Sí, puse todo en las manos de Diosito y enfrentamos la pandemia, primero como madre y esposa, como hija, y después como presidenta del DIF estatal, donde es afrontar la necesidad, la pobreza, la enfermedad y el dolor y hay que sobreponerse para no dar una imagen de debilidad, para no quebrarse.

Car Herrera de Kuri, ve fijamente, mantiene la serenidad, inclusive al recordar momentos tan difíciles como enfrentar que dos de sus hijos se contagiaron y gente muy cercana falleció por la COVID-19.

Previo a su cierre de las posadas en la Sierra Gorda, la presidenta del DIF Estatal, nos recibió en la casa de gobierno donde habló de su experiencia durante la pandemia:

Mi esposo, Mauricio Kuri González, era senador así que viajaba a México y regresaba y atendía personas y debo confesar que al principio tenía pánico, tomamos todas las medidas sanitarias desde los tapetes que luego decían que no servían, pero mi marido tenía que trabajar y ver gente y era mucha angustia.

Implementé cosas que no sabía, pero por proteger a mi familia y a la gente que llegaba a casa, sanitizaba todo… bueno, el súper no, pero todas las medidas: cubrebocas, gel antibacterial, los zapatos y echaba un aerosol que es biodegradable, hecho a base de cítricos.

Tenía temor, estuvimos encerrados mis hijos y yo y ya después mi marido se quedó en Querétaro y gracias a la tecnología trabajaba a distancia.

La adaptación
De pronto, comenta Car Herrera, nos vimos los cinco encerrados en la casa y ahora… ¿cómo le íbamos a hacer?, nos teníamos que volver a conocer, porque los hijos van a la escuela, Mau estaba en México… la verdad es que todos lo asumimos muy bien, mis hijos tienen 23, 20 y 18 años, sin embargo se quedaron en casa y empezamos con los juegos de mesa, yo cocinaba y tanto mis hijos como mi marido estaban contentos, les hacía lo que les gustaba, porque igual con las prisas vas y compras algo rápido.

Fue una mayor integración, salíamos a caminar, sacábamos a los perros a pasear y luego llegaron más perros porque somos muy perrunos y ya eran cinco.

Me enfermé de COVID como cinco veces… mentalmente, ya me dolía la cabeza, estaba muy cansada. Yo soy muy relajada y lo que más me preocupaba a mí no era que me diera, si me daba, pues que Diosito me amparara, pero me daba miedo contagiar a la gente,

tenía mucho miedo de ser asintomática y de contagiar a mí familia, mis hijos o mi mamá, por eso cuando la iba a ver, con cubrebocas, ella se quedaba en los escalones de la puerta de su casa y yo a una distancia prudente sentada en una sillita en la banqueta, para poder vernos y platicar.

Pasé todas las etapas, me decía que debía tener calma, era como un pico de emociones. A mis tres hijos les dio, primero a Car, cuando los médicos no sabían ni que recetar, luego a Mauricio, el mayor y después a Sabina, que es a la que le dio más fuerte, se agotaba mucho, cada uno en diferentes tiempos y los tuve aislados, para proteger a la familia porque no quería contagiadero.

El DIF en la pandemia
Qué tanta necesidad ves en el DIF, por COVID y por otras enfermedades, preguntamos a la señora Car Herrera de Kuri:

Te llegan casos bien duros —respondió— hay muchas necesidades, tratamos de llegar por medio de nuestros programas para ayudar, pero hay gente con alta y muy alta marginalidad, vulnerabilidad. Tratamos de acercarnos a ellos con todo el corazón, ves a abuelitos postrados en una cama y queremos apoyarlos en todo lo que esté en nuestras manos.

me siento contenta, me gusta mucho la labor que hago, bueno por ejemplo el uso del cubrebocas ya estamos acostumbrados, pero las palmaditas el abrazar a las personas, sé que es peligroso, pero es el apapacho a la gente le gusta sentirse apapachada y desgraciadamente con la pandemia no lo podemos hacer tanto, la situación no nos permite ser afectivos.

Hacerse fuerte
Inquirimos a Car Herrera sobre las situaciones que enfrenta cotidianamente y si al paso de estos meses se había endurecido para cumplir con el trabajo. Ella vio fijamente y señaló:

“Todavía no, no sé si en tres o cuatro años te pueda decir si ya me endurecí. Soy muy sensible y muy chillona, tengo que aguantarme mis emociones no puedo hacer drama, porque lo que pretendemos es que el DIF sea como una lucecita que puedan ver en el camino”.

—y si estas ante el dolor, ante el sufrimiento, ¿cómo haces después para sanar?

—Estoy aprendiendo. Creo en Dios así que le digo: Diosito Tú conoces mejor que nadie las necesidades de esta gente, los pongo en tus manos, ayúdalos y ayúdame a mí para poderlos ayudar. Finalmente son seis años para que Dios me dé la oportunidad de hacer todo lo que pueda, lo que esté en mis manos hacer.

Además tengo un equipo maravilloso, preparado, trabajador, son un gran equipo.

—¿Haces ejercicio Car?

—Hago yoga, medito, en las noches hago los análisis de que estuvo bien y que debemos mejorar para seguir adelante. Me cuestan mucho trabajo los cambios y la vida me ha puesto donde están los cambios, así que debo aprender a fluir.

Estamos de paso, así que el tiempo que yo esté aquí daré lo mejor de mí.

Sobre el DIF Municipal de Corregidora, manifestó que aprendió muchísimo, que empezó costándole mucho trabajo, luego le gustó mucho y cuando mejor estaba, le dijeron que ya se había acabado.

Mensaje navideño
Finalmente Car Herrera de Kuri, dejó un mensaje a los lectores y a la comunidad Noticias:

“Les deseo que estas fiestas sean de reflexión, de paz y armonía; tenemos que agradecer la salud y seguir luchando, mientras tengamos vida hay que seguir luchando. les deseo que se la pasen en familia que tengan una muy feliz navidad y un año nuevo lleno de bendiciones y que se sigan cuidando, que no bajen la guardia”.