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Trasladan negocios a las casas

Ante la crisis económica que se vive, derivada del distanciamiento social actual, con la intención de evitar la propagación del Covid-19, diversos comerciantes que antes operaban en locales y mercados han trasladado sus negocios a casa, provocando que se generen pequeños “polos de desarrollo” en colonias y condominios en donde el intercambio comercial genera ingresos de manera directa a quienes ahí habitan.

Es el caso del condominio Santiago Zacatlán, ubicado en el fraccionamiento Jardines de Santiago. Es ahí que Algunos de los vecinos optaron por dejar de pagar la renta de un local. Lo mismo sucede en negocios como tiendas de abarrotes, que con talleres.

Un ejemplo de ello. Don Enrique Tovar vive en la casa 4 del condominio. La mitad de su vida laboral ha sido al frente de su local de venta de pescados y mariscos.

Tras las afectaciones de la pandemia, decidió vender todo y quedarse solamente con su herramienta de trabajo, un congelador y un refrigerador.

“Decidí cerrar; cada vez vendía menos. Me traje el negocio a mi casa… mis clientes son los vecinos de los condominios”, señaló el entrevistado, al confesar que, aunque sus ingresos no son los de antes, al menos, en casa, vende más que en el local.

La venta de su producto la hace con entrega a domicilio desde la comodidad de su casa y solamente tuvo una inversión pequeña en diseño de banners con la información de su negocio, los pescados y mariscos que vende, con sus respectivos precios, y su número de contacto.

En el mismo condominio, Laura decidió dejar el taller de reparación y costura de ropa. Sus clientes la buscan y además se hizo de más, pues también atiende a los vecinos.

“Entre cuidar a los niños con la escuela en casa y el taller no me daba abasto, ahora estoy en casa”, externó.

En el caso de Claudia, una habitante del condominio contiguo, es que vende abarrotes, cremería, carnes frías, mercancía en general. Los pedidos ser los hacen vía WhatsApp y los lleva hasta la puerta sin costo alguno.

Su caso se debió a la alta tasa de despidos del 2020, pero como en la zona que habita no hay tiendas cercanas, decidió emprender. Ahora, con el encierro obligado, asegura, tiene más clientes que se quedan en casa.

Al cuestionarse al respecto de cómo se logró la sinergia entre vecinos, aseguró que se fue dando conforme a las necesidades.

“Ahora, hasta ir de compras queda muy cerca, pues es la casa de mi vecino”, bromeó la comerciante.