Hasta seis meses –dos de ellos, en barco– viajan los migrantes procedentes de África que llegan a México, en busca de la frontera con Estados Unidos.
Se trata de una travesía de más de 16 mil kilómetros, que termina a veces con la vida de los africanos antes de que toquen la línea que divide Tijuana y San Diego, California.
Originarios de Mali, el Congo, Camerún, Somalia, entre otros lugares del continente, los migrantes arriban a la frontera con Chiapas como lo han hecho durante años, poco a poco, luego de recorrer poco más de 12 mil kilómetros y atravesar nueve países de Sur y Centroamérica.
De acuerdo con los testimonios recabados por el Centro de Dignificación Humana, los africanos huyeron de su continente por la guerra interna. Otros son obligados a salir por cuestiones de ideología, de género o de religión.
El mayor problema que enfrentan es de comunicación, pues la mayoría habla dialectos, muy pocos saben inglés y francés, por lo que se ven obligados a expresarse con señas, en lo que llegan de África a México.