Las especies en México han sufrido un grave daño debido por la destrucción de su hábitat y la caza indiscriminada de ellos, acciones que terminan con la vida de los animales.

La Foca Monje del Carice se movía en grupos y pesaba 130 kilogramos, se declaró oficialmente extinto en 2008, debido a la caza sin medida que hubo contra ellas.

El Oso gris mexicano tenía esperanza de vida de 20 años y su alimento eran insectos y mamíferos pequeños. No se les volvió a ver desde 1960 en el desierto de Sonora y la caza desmedida también fue la culpable.

Carpintero Imperial se encontraba en los bosque del norte de México y se alimentaba de gusanos. La última vez que se le vio fue en 1957, su extinción fue por la deforestación.

La Carpita del Ameca vivía en el río Ameca en Jalisco, su desaparición fue a causa de la contaminación y la expansión de zonas urbanas.

Caracara de Guadalupe, la especie dejó de existir en 1900 y la causa fue de manera intencional, debido a que cazaba ganado y afectaba la actividad.

Zanate de Lerma, la especie desapareció a finales del siglo XX, la causa fue la contaminación del río y de las sequías.