El agua residual que hay en México puede dotar de energía a toda la República, pues con los componentes químicos que tienen, el líquido y el lodo que producen son capaces de generar biogás, para dotar de luz a las familias mexicanas.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua, actualmente hay 17 plantas residuales en 11 estados, las cuales hacen este proceso que les ha permitido reducir 40% la tarifa de consumo de energía eléctrica.
Sin embargo, debido a la falta de investigación y presupuesto, el biogás producido se utiliza en dotar de energía a maquinaria pequeña o está en prueba de operación.
Con tres plantas cada uno, Jalisco y Chihuahua son las entidades con más instalaciones de este tipo, seguidas por Guanajuato e Hidalgo, con dos cada una. En Baja California, Colima, Coahuila, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora hay una por entidad.
El proceso se lleva a cabo con Celdas de Combustible Microbianas (CCM) para la recuperación de bioenergía, sistemas capaces de generar electricidad a partir de la oxidación de la materia orgánica como glucosa, acetato y aguas residuales.
Ángel López Zavala, investigador del Centro del Agua para América Latina y el Caribe del Tec de Monterrey, explicó lo anterior y expuso que ve en este proyecto una solución para dos problemáticas: la contaminación de agua y los costos de energía.
De acuerdo con el ingeniero Miguel Aké, profesor del Instituto Politécnico Nacional, la biomasa es un residuo que se debe aprovechar para la creación de energías limpias, ya que no contamina y genera beneficios a la población, como el costo de la energía.
A pesar de que aún ninguna casa puede ser completamente beneficiada con esta energía, ya se consideran 104 instalaciones más de las existentes en diversas plantas de tratamiento.