El 2021 concluyó con lluvias de sólo 497.7 milímetros, la cifra más baja en los últimos 10 años, con lo que la entidad acumuló ya cinco años con precipitaciones por debajo de la media anual, algo que no ocurría desde la década de los 90 en Nuevo León.

Según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), entre 1994 y 2001 las lluvias dejaron a la entidad cantidades muy por debajo del promedio, que es por el orden de los 600 milímetros, lo que provocó una severa crisis hídrica que obligó a intensas campañas del cuidado del agua y cortes en el suministro.

El periodo de sequía que se vive actualmente también obedece a una baja precipitación que se viene presentando en la entidad desde el 2015 a la fecha, y que mantiene a las presas cerca de los niveles más bajos de su historia.

Actualmente, la presa Cerro Prieto se encuentra apenas al 10 por ciento de su capacidad, la más afectada de las tres que existen en la entidad y cuyos 28.9 millones de metros cúbicos de agua alcanzarían solamente para los próximos cuatro meses.

En tanto que la presa Rodrigo Gómez, La Boca, reporta un 22 por ciento de llenado, y El Cuchillo se encuentra actualmente al 54 por ciento.

El director general de Agua y Drenaje de Monterrey, Juan Ignacio Barragán, reveló que el Gobierno de Nuevo León busca la autorización de la Conagua para perforar seis pozos profundos para garantizar el servicio por varios años.

Se estima que estos pozos puedan aportar hasta 600 litros por segundo; sin embargo, debido a que el vital líquido se encuentra a uno o dos kilómetros de profundidad los trabajos pudieran llevarles más de 10 meses.

La meta es establecer una red con la perforación de 22 pozos en la Macroplaza, la rehabilitación de 30 pozos existentes y la perforación de 50 nuevos pozos.

Con estas 108 fuentes contaría el Estado con 2 mil 674 litros más por segundo de suministro de agua para el área metropolitana.

Esto garantizaría el abasto por 15 o 20 años, siempre y cuando llueva en Nuevo León y se llenen las presas.

Desde el Congreso del Estado, los diputados locales del Partido Verde, Raúl Lozano, y de Morena, Waldo Fernández, pidieron ayer miércoles que el Consejo de la Cuenca del Río Pánuco analice frenar el trasvase de agua de Nuevo León a Tamaulipas, así como que Conagua haga públicas las concesiones privadas para la extracción de agua del subsuelo, y sean “rescatadas”.

Que el Consejo de Cuenca del Río Bravo realice una revisión integral del acuerdo de 1996 y emita su análisis respectivo, acuerdo que vale la pena mencionar tiene más de 25 años de antigüedad”, dijo Lozano.

“Que Conagua analice la viabilidad de emitir una declaratoria de rescate de concesiones (privadas) a fin de favorecer la disponibilidad de agua en el Estado y coadyuvar a la problemática de sequía que se está enfrentando”, comentó Fernández.