Familiares, amigos y compañeros de Norberto Ronquillo, estudiante universitario secuestrado el pasado martes, en Tlalpan CDMX, marcharon ayer para exigir justicia y su liberación.
Vestidos con playeras blancas, alzando la voz con el grito de exigencia: «¡Lo queremos vivo!», familiares y amigos de Norberto gritaban y lloraban, pues no hay rastro del joven.
Originario de Chihuahua, el joven estaba por graduarse de Mercadotecnia Internacional en la Universidad del Pedregal, en Tlalpan. Y pese a que su familia pagó el rescate, hasta ayer aún o aparecía.
Ayer, alrededor de 150 personas salen la Universidad del Pedregal, en Transmisiones 51, Colonia Ex Hacienda de San Juan, Alcaldía de Tlalpan, y caminan por esa vialidad para seguir el camino que Norberto debía recorrer para llegar a casa.
Algunos conocen en persona a Norberto Ronquillo, otros han oído hablar de él en los últimos días y unos más lo conocen por el servicio comunitario que solía realizar.
«En esta Ciudad no se puede, no nos escucha nadie. Necesitamos hacer esto, salir a la calle y gritar, hincarnos y pedir piedad», dice Norelia Hernández, madre del joven, apenas se repone de haberse desmayado después de caminar por la misma calle que su hijo recorría para ir a la escuela.
Norberto fue secuestrado el martes 4 de junio al salir de sus clases y aunque sus familiares pagaron el rescate que los plagiarios exigían… no saben nada de él.