A causa de un intento de inseminarla artificialmente, la última hembra conocida de tortuga de caparazón blando murió al día siguiente en un zoológico de Suzhou, en el este de China, informaron los medios del lugar.
La tortuga de más de 90 años, falleció el día sábado tras un intento intento de inseminación artificial. El nombre científico de la tortuga es Rafetus swinhoei. La inseminación fue realizada sin problemas, pues previamente la tortuga pasó por un examen médico que arrojó un estado de salud favorable.
Desde 2008 el zoológico ya había intentado fecundarla artificialmente en cuatro ocasiones para preservar la especie, sin embargo, no se tuvo éxito. La especie es una de las tortugas de agua dulce más grandes, puede vivir más de 160 años y tener de dos a tres partos por año.