El cuerpo humano es un misterio, y constantemente nos brinda señales y proporciona información que podemos aprender a interpretar para sentirnos mejor.

Observar con atención el cuerpo puede revelar información sobre la personalidad o sobre la salud que no conocemos. Aumentando tu capacidad de registro puedes aprender a descifrar qué dice sobre ti tu manera de caminar,  qué dicen tus pies sobre tu salud en general, o qué significa la forma en la que cierras el puño, entre muchos otros datos interesantes.

Aunque suene raro, sobre todo porque partes del cuerpo como los glúteos son más tabú que otras, su forma también tiene algo para decir sobre la salud de tu cuerpo.
Recuerda que no hay ninguna forma que esté bien ni mal. Puedes estar saludable independientemente de la forma de tus glúteos, pero puede ser útil saber a qué se debe que sean de esa manera.Cuando los glúteos adoptan una forma de «V», es común que los niveles de estrógenos estén muy bajos.

Para recuperar los niveles normales es importante llevar una dieta equilibrada, con muchas frutas, y dejar sustancias nocivas como la cafeína, el alcohol y el cigarrillo. En los hombres, las nalgas cuadradas son las más habituales. En las mujeres, sin embargo, pueden tener otro significado. En algunos casos, se deben a una falta de nutrientes en el organismo.

Si tienes los glúteos de esta forma, y además no te sientes bien, es bueno que controles que no estés sufriendo de carencias nutricionales, como la anemia. 
Unas nalgas redondas indican buena salud: significa que la grasa está bien distribuida en todo tu organismo, y hay menos posibilidades de sufrir colesterol u obesidad. 

Sin embargo, no debes dejarte estar, y también cuidar tu salud y alimentación.Las nalgas en forma de pera o de corazón invertido indican que la grasa se acumula al nivel de las caderas. Eso podría no ser saludable porque el colesterol podría estar alto. 

No debes tomar ninguna decisión solo por la forma del trasero, pero si compruebas que tienes alto el nivel de colesterol deberías reducir el consumo de azúcares, harinas refinadas y productos derivados de animales, si los consumes con frecuencia.