Un trámite conocido como movilidad hipotecaria puede significar para las personas un ahorro considerable a la hora pagar una hipoteca.

Este procedimiento consiste en contratar a otra institución bancaria para que adquiera la deuda y así mejorar las condiciones del contratos.

Dentro de los aspectos que se pueden negociar son los plazos, los abonos de la deuda e inclusive los intereses de la suma total por pagar. 

No está exento de peligros

Pese a que las instituciones bancarias pueden ofrecer diversos beneficios en este sistema, hay diversos riesgos que deben ser analizados por medio de una revisión intensa a los contratos.

Uno de los principales peligros son la tasa de interés y el Costo Anual Total (CAT), debido a que el no revisarlos puede ocasionar un aumento considerable de la deuda ocasionado por una desatención del cuentahabiente.

Además, se debe contemplar el costo de la cancelación hipotecaria, la cual puede ser implementado con hasta un tres por ciento de la deuda que se tenga al momento de solicitarla.

Este costo es poco útil cuando los pagos ya están muy avanzados. Además se pueden sumar a la aplicación de una cuota por la liquidación final, lo cual podría ser otro punto en contra.

Además de esto, se debe hacer un balance de las cuotas por incumplimiento de pago y los intereses que genera esto, ya que estos pueden ser menores en una institución bancaria o en otra.

Sin embargo, los beneficios que se pueden lograr al hacer un buen análisis y optar por la mejor opción es obtener una menor cantidad de mensualidades totales, un ahorro en cuanto al pago general y además la posibilidad de pagar menos en cada abono.